miércoles, 17 de diciembre de 2014

ZAFFARONI, JUEZ DE LA PATRIA, INOLVIDABLE ACTO EN UNSAM

UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN

Zaffaroni se despidió de la Corte y regresa a la vida académica

“Como lo manda la Constitución me voy de la Corte pero me voy para volver de dónde salí", dijo el jurista en el salón de la Universidad de San Martín, que lo tiene dentro del cuerpo docente.
"Vieron esos cactus que tienen unas espinas venenosas, esa es la Suprema Corte; pero esos mismos cactus, una vez cada tanto, dan una flor maravillosa: él es esa flor, los demás son las espinas venenosas". Hebe de Bonafini. 

(TELAM)El ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, se despidió hoy del cargo de juez del máximo tribunal con una fiesta popular y abierta en la Universidad de San Martín, en la que aprovechó para ratificar que no se presentará a ningún cargo electivo y que continuará dedicándose a la docencia por toda Latinoamérica para formar los “cuadros jurídicos” que necesitan las luchas del presente.
“Ahora hay muchos que dudan de que yo no vaya a ser candidato y no lo voy a ser, pero lo dudan, y esta generosidad que han tenido ustedes esta noche les va a reforzar la duda. Pero no lo voy a ser por las mismas razones por las que no hice el más mínimo esfuerzo para quedarme en la Corte. La razón es simple: las funciones públicas son una herramienta y ya la Corte no era una herramienta”, explicó el crimonólogo ante un millar de personas.
Zaffaroni compartió su despedida de la Corte con militantes del Movimiento Evita, La Tupac, Nuevo Encuentro y activistas del derecho integrantes de asociaciones como Justicia Legítima y Abogados por la Justicia Social, entre otras.
También compartió su retiro del máximo tribunal con funcionarios como el vicepresidente Amado Boudou; el secretario de Justicia Julián Álvarez; las diputadas Diana Conti y Adela Segarra; las titulares de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto y de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; el juez español Baltazar Garzón y el periodista Víctor Hugo Morales, que condujo los tiempos del evento.
“Una diputación o la jefatura de Gobierno no son las herramientas idóneas para lo que quiero hacer -confesó el magistrado- pero no se ponga nadie triste porque no me voy, me quedo. Estos once años en la Corte me sirvieron para clarificar un poco más el objetivo: quiero contribuir para darle a nuestro pueblo fe en el Derecho, fe en las instituciones”.
El hombre que ya ha perdido la cuenta de los honoris causa recibidos en universidades, destacó entonces que “nuestros pueblos no tienen mucha fe en el Derecho, más bien se inclinan a creer que es un montón de mentiras con que las minorías privilegiadas encubren sus crímenes”.
“El Derecho no es eso, el Derecho es hoy un campo de confrontación entre un modelo de Estado y un modelo de sociedad. La opción del mundo actual es incluimos o excluimos; redistribuimos renta para achicar la desigualdad o no redistribuimos nada; queremos una sociedad menos desigual o fortalecemos la desigualdad. Esas son las polaridades en el mundo de hoy”.
“Esta confrontación es mundial -continuó- entre un capital mundial expoliador y un capital productivo razonable. Esa es la confrontación que estamos viviendo y la tenemos que jugar en el campo del Derecho, porque fuera del Derecho sólo queda la violencia y en la violencia quienes pierden son las clases desfavorecidas que son las que siempre ponen los muertos”.
En la fiesta se presentaron los folcloristas Liliana Herrero y Peteco Carabajal, junto al grupo de percusión “Metabombo”, con la participación del pianista y nieto recuperado, Ignacio Guido Urban Carlotto.
Entre número y número, se proyectaron tres videos que recorrían la figura, y la actualidad, de Zaffaroni. En el primer compilado de imágenes, el actor Arturo Bonín leyó la carta de renuncia al cargo que presentó el ministro a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, mientras que en los otros aparecían sus colaboradores, discípulos y comunicadores que compartieron con él algún segmento de su ya larga trayectoria en la Justicia.
“Hoy ya está claro que no es una fatalidad que el Derecho sea un instrumento de la clase hegemónica. No es una fatalidad y enfrente de esa pretensión estamos quienes queremos perfeccionar el Derecho y hacerlo el instrumento de reivindicación de los sectores desfavorecidos y de menor renta y hacerlo el instrumento de transformación de nuestras sociedades increíblemente desiguales que tenemos en la región”, recalcó.
En el remate de su discurso de media hora, parado frente a un sencillo atril con zapatillas y pantalones cargo, “Raúl” -como lo llaman todos en su entorno-, deseó: “espero que dentro de unos años esta fiesta sirva para festejar a miles de juristas del campo popular que le hayan dado a nuestro pueblo una nueva fe y confianza en el Derecho”.

lunes, 15 de diciembre de 2014

RAUL ZAFFARONI, JUEZ DE LA PATRIA

Este 15 de diciembre a las 18:00 hs., nos convocamos en la Universidad Nacional de San Martín, para celebrar a Raúl Zaffaroni como Juez de la Patria, porque expresa el inicio de una profunda transformación de nuestra justicia, con el fin de la impunidad del terrorismo de estado como requisito insoslayable para el cambio.
Desde la formidable movilización de voces para la audiencia pública que generó su nominación hasta el mensaje de ejemplar apego a la Constitución expresado en su renuncia, su paso por la Corte fue decisivo para establecer la inconstitucionalidad de los indultos, la nulidad de las leyes de impunidad y la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad, encaminar la salida del corralito, asumir el tema ambiental como competencia originaria, establecer la necesidad de una política estatal de saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo cuya formulación y ejecución la Corte controla, establecer la constitucionalidad plena de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ordenar el cese de las detenciones en comisarías, determinar la inconstitucionalidad de la reincidencia y de la reclusión por tiempo indeterminado, derogar el código de justicia penal militar, establecer la inconstitucionalidad del castigo por la tenencia de estupefacientes para consumo personal, garantizar el derecho al recurso amplio del imputado contra sentencias condenatorias, restablecer la necesidad de movilidad jubilatoria, garantizar el pago de sentencias a jubilados, garantizar el derecho a la identidad estableciendo la extracción compulsiva de sangre como último recurso, defender la soberanía jurisdiccional argentina, evitar la desforestación del bosque salteño, ampliar los límites legales de la reparación a las víctimas de crímenes de estado, establecer la competencia originaria de la Corte en reclamos de pueblos originarios contra el estado, habilitar la instancia de las audiencias públicas para que hagan oír su voz, ordenar al estado nacional y provincial garantizar derechos básicos del pueblo toba, reconocer el derecho de la comunidad Qom La Primavera en el reclamos por sus tierras en Formosa, suspender el desalojo de un inmueble propiedad de la comunidad mapuche en Río Negro, establecer la obligatoriedad de las obras sociales de brindar cobertura total a los tratamientos de fertilización asistida y poner límites a la intervención federal impidiéndole impulsar la reforma constitucional en Santiago del Estero, para citar algunas de las decisiones más destacadas de alto tribunal en las que Raúl Zaffaroni tuvo protagonismo.
Pero la Corte es la cabeza de uno de los poderes del estado y con plena conciencia de su trascendencia política, Raúl Zaffaroni no sólo habló por sus fallos, sino que desde distintos ámbitos, llamó la atención sobre el genocidio de los pueblos originarios y el derecho penal del enemigo desde la hegemonía de la criminología mediática, denunció la masacre por goteo que significa la aplicación de ese modelo neopunitivista, impulsando desde el máximo tribunal investigaciones con la finalidad de prevenir muertes violentas y analizar la dinámica de los homicidios dolosos. Reafirmó su compromiso contra la criminalización de la protesta social y de la pobreza, alertó sobre el riesgo institucional que para la democracia representan las policías estructuradas con lógica de fuerza de ocupación, se comprometió con la lucha contra el “Paco”, reivindicó los populismos porque amplían el acceso a los derechos, destacó la nueva Reforma Universitaria que significa el acceso de las clases trabajadoras y humildes a las nuevas universidades, cuestionó la autoridad de la justicia de Estados Unidos en su intervención a favor de los fondos buitre y reivindicó la necesidad de establecer los derechos de la naturaleza equiparándolos a los del ser humano desde su obra “La Pachamama y el Humano”.
Alguna vez fue llamado el “Maradona del Derecho Penal”, pero su figura excede la cuestión criminal. Raúl Zaffaroni es nuestro más destacado jurista y nos brinda una visión profunda de la organización de la sociedad y de la estructuración del poder, desde la cual su voz y su compromiso encienden el alerta frente al horror de la masacre y militan por la ampliación de derechos y en defensa de quienes padecen la exclusión y la selectividad punitiva, con el objetivo prioritario de reducir los niveles de desigualdad y violencia social.
“El sendero de dignidad que en la ética las Madres y Abuelas marcaron en nuestros peores momentos del siglo pasado, debe actualizarse en forma permanente y plasmarse en el pensamiento y el sentimiento jurídico de las nuevas generaciones, en especial en las de los estamentos sociales que tendrán mejor voz en razón de la extensión del acceso a la Universidad”, ha escrito en su carta de renuncia pensando en lo que viene.
El desafío de ahora en adelante bien puede expresarse, entonces, en el esfuerzo por tener una mejor voz para expresar qué logros nos proponemos para los tiempos que vienen.  Para hacerlo, será necesario tener atento el oído a lo que nos diga Raúl Zaffaroni. Celebrar su trayectoria significa también valorar su plena vigencia como voz necesaria de nuestra patria.

FIRMAS Y ADHESIONES
ASOCIACIONES Y GRUPOS:
Abuelas de Plaza de Mayo, Asoc. Madres de Plaza de Mayo, Movimiento Evita, Carta Abierta, Org. Barrial Tupac Amaru, CTA de los Trabajadores, Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, Asoc. Justicia Legítima, Nuevo Encuentro, Abogados por la Justicia Social (AJuS), Asociación Xumek, 14 bis Derecho UBA, CTEP, CAPIR, Usina, Asoc. Pensamiento Penal, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, MNCI Via Campesina, Frente Agrario Movimiento Evita, Asamblea Campesina Indigena del Norte Argentino (ACINA), Frente Nacional Campesino, CTERA, SUTEBA, UTE, CTA CABA, Nueva Comuna, Org. Soc. y Pol. “Los Pibes”, Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA), Movimiento Agrario Misionero (MAN), UAPA Unión de Pescadores Artesanales, Asoc. Mujeres Agrarias Argentinas, Teatro por la Identidad, Asoc. AFRO XANGO, Memoria de la Santa Cruz, APIMA (Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales), ACERVO (Asociación de Productores de la Cultura Audiovisual), Abogados de Nuevo Encuentro, Corriente Abog. Laboralistas 7 de Julio, Agrup. Norberto Centeno, Comisión Memoria, Verdad y Justicia zona Norte, Descamisados, Oveja Negra, Fun. Def. DD.HH. Germania de Posadas, FEDUBA, Asoc. Civil Usina democrática, la Tendencia Nacional y Popular, Edit. Hammurabi, Movimiento de Prof. para los Pueblos MPP, 100% Diversidad y Derechos, Talleres Literarios Vuelta de Obligado, Sec. Form. Kolina, UB Vuelta de Obligado, Fund. Liberarte, Org. Isauro Arancibia, Coop. Voz e Imagen del Sur, ADUBA, Asociación Americana de Juristas, Sec. DD. HH. Kolina, CEPOC, Radio La Cantora, Fund. La Linterna, Fund. Conurbano, Instituto de Estudios, Formación y Capacitación UEJN, Def. del Pueblo de la Pcia. de Bs. As., Asociación Madres de Plaza de Mayo, Edit. EDIAR, El “Bondi” de Pancho,  Comunidad Homosexual Argentina CHA, Asoc. de Prof. De Derecho Penal, AAJ,  Asociación Americana de Juristas Rama Argentina, Asociación Internacional de Derecho Penal AIDP grupo argentino, Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología ALPEC grupo argentino, Intercambios Asoc. Civil, Federación LGBT, COFAM, Asoc. Jud. Bonaerense La Matanza, Grupo Salvatablas, Teatro por la Identidad, Confluencia de Abogados Laboralistas, Movimiento Universitario Evita, ENOTPO (Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios)

Individuales:
Hebe de Bonaffini, Eduardo Galeano, Estela de Carlotto, Victor  Hugo Morales, Helena Villagra, Osvaldo Bayer, David Coco Blaustein, Milagro Sala, Horacio Gonzalez, Carlos Cassamiquela, Carlos Tomada, Alberto Sileoni, Norberto Galasso, Julio Maier, Jorge Taiana, Emilio Persico, Fernando “Chino” Navarro, Martín Sabbatella , Esteban Righi, Adrian Paenza, Gabriela Alejandra Vazquez, Mary Sanchez, Hugo Yasky, Julian Alvarez, Ricardo Forster, Eduardo Jozami, Lila Pastoriza, Victoria Montenegro, Jorge Luis Bernetti, Leon Carlos Arslanian, Leopoldo Moreau, Francisco Tito Nenna, Roberto Baradel, Hector Espina, Gabriel Delgado, Sonia Alezzo, Ignacio Velez, Aurelio Narvaja, Carlos Bonicatto, Juan Martín Menna, Jaime Sorin, Alejandro Alagia, Alejandro Slokar, Maria Laura Garrigos de Rebori, Francisco Anglesio, José Catalano, Liliana Periotti, Eliseo Monti, Beynusz Smukler, Marcelo Koenig, Alejandro Vannelli, Gerardo Romano, Helena Liberatori, Lito Borello, Alejandro Guillaume, German Bittel, Miguel Molfino, Francisco Tete Romero, Eduardo Tavani, Susana Gallardo, Mario Kestelboim, Angel Strapazzon, Miguel Gomez, José Luis Castillo, Benigno Lopez, Eduardo Epstein, Luis Buonomo, Alejandro Rofman, Mariana Moyano, Alicia Ruiz, Alberto Filippi, Felipe Celesia, Raquel Wittis, Rodolfo Ojea Quintana, Carlos Girotti, Hector Omar Garcia, Cristina Bejar,  Baltazar Garzón, Jacobo Grossman, Angela Urondo, José Manuel Martinez, Miryan Medina, Victor Heredia, Julio Morresi, Ramiro Fresneda, Lita Boitano, Hugo Cañon, Liliana Herrero, Peteco Carabajal, Jessica Tritten, Roberto Caballero, Eduardo Lopez, Cinthia Ottaviano, Eduardo Anguita, Carlos Ruta, Ana Jaramillo, Ernesto Villanueva, Jorge Calzoni, Mario Lozano, Glenn Postolsky, Hugo Trinchero, Florencia Saintout, Diana Conti, Remo Carlotto, Adriana Puiggros, Leonardo Grosso, Osvaldo Elorriaga, Adela Segarra, Luis Bardeggia, Graciela Giannettasio, Hector Recalde, Lautaro Gervasoni, Gloria Bidegain, Ana María Perroni, Anabel Fernandez Sagasti, Araceli Ferreyra, Liliana Mazzure, María Luz Alonzo, Sigrid kunath, Claudia Giacone, Oscar Redzuk, Veronica Magario, Julia Perie, Mario Metaza, Nanci Parrilli, Manuel Isauro Molina, Horacio Pietragalla, Gustavo Gamarnik, Pedro Guastavino, Mayra Mendoza, Daniel Giacomino, Pablo Gonzalez, José Alberto Ciampini, Fabian Francioni, Juan Manuel Pedrini, Carlos Heller, Juan Carlos Junio, Monica Contrera, Jorge Barreto, María Ines Pillati Vergara, Jorge Rivas, Carlos Kunkel, Gaston Harispe, Irene Muller, Ana Carolina Gaillard, Roberto Feletti, Susana Canela, Jose Maria Diaz Bancalari, Teresita Luna, Andrea Garcia, Carlos Gdansky, Eduardo Santín, Mara Brawer, Carlos Raimundi, Cristian Alarcon, Mario Perotti, Alfredo Fernandez, Jorge Auat, Mariana Caraballo, Gabriela Gusis, Rodrigo Codino, Renato Vannelli Viel, Graciela Otano, Roberto Carles, Romina Zarate, Guido Risso, Enrique Massllorens, Claudio Grandinetti,  Agustín Vanella, German Calvi, Raul Kollman, Dario Villarroel, Bernarda Llorente, Claudio Villarroel, Cristina Caamaño, Pablo Vega, Luis Picoli, Claudio Martinez, Daniel Somma, Daniel Erbetta, Oscar Palacios, Juan José Albornoz,  Ricardo raggendorfer, Daniel Alvaredo, Mario Lozano, Pedro Paradisso Sotile, Mario Juliano, Ignacio o’ Donnell, Ana Cecilia Morum, Roberto Santana, Julian Axat, Jose Saez Capel, Sebastian Rey, Esteban Rodriguez Alzueta, Gustavo Morallo, Lucrecia Cardozo, Gerardo Rico, Eduardo Toniolli, Luis Caceres, Esteban Castro, Mariana Robustelli, Gustavo Di Marzio, Gildo Onoratto, Eduardo Ancona,  Susana Sanz, Raul Lorenzo, Osvaldo Chiaramonte, Analía Real, Carlos Vilas, Homero Bibiloni, Carlos Villaba, Ernesto Paillalef, Alberto Conca, Patricia Cubria, Alejandro Gramajo, Silvia Horne, Arnaldo Bocco, Luis Ilarregui, Pablo Viel, José Albornoz, Cristina Bidegain, Antonio Camacho, Miguel Humbert, Fernando Suarez, Emilce Moler, Maria Rachid, Oscar Valdovinos, Edy Binstock, Eduardo Halliburton, Sebastian Demiryi, Berenice Timpanaro, Luis Cuneo, Maximiliano Nenna, Luis Niño, Andrea Gonzalez, Daniel Cosso, Greta Penna, Agustina Zevallos, Gustavo Bulla, Andrea Vogel, Claudio Cholakian, Joaquin Cara, Pablo Vera, Mónica Ghirelli, Ernesto lamas, Cristian Jure, Lola Aniyar de Castro, Ana María Sanchez, Mirta Fabris, Valeria Thus, Salvador Torres, Edith Corradini, Monica Polidoro, Patricio Sabadini, Jorge Petruchansky, Ana María Lago, Martín Navarro, Juan Francisco Navarro, Hernan Brienza, Adrián Martín, Pablo Gabriel Salinas, Mario Elffan, Manuel Roberto Guinney, Angel Bruno, Claudio Suarez, Fernando De Palma, Carlos Cruz, Gabriel Ganon, Raul Enrique Barrandeguy, Lisandro Teszkiewicz, Marcelo Treleani, Pablo Iadarolla, Ana Poleri, Constanza Borghini, María Daniela Notaro, Deborah Damonte, Leonardo Laguna Weimberg, Martín Degoumois, Antonella Ghezzi, Mariano Villagra, Paula Caraballo, Julio Cesar Castro, Gabriel Correa, German Arenillas, Pablo Favara, Elvira Sosa, Leonardo Principatto, María Roberta Sansone,  Hernan del Gaizo, Juan Facundo Sosa, Pablo Ernesto Rossi, Luis Paz, Romina Monteleone, Claudia Cesaroni, Eduardo Rosende, Jose Machain, Maria Eugenia Gonzalez Cuidet, Elizabeth Gomez Alcorta, Ezequiel Barbenza, Guido Croxatto, Monica Lezcano, Enzo Finochiaro, Gustavo Vitale, Gabriela Castillo, Juan Manuel Di Teodoro, Eduardo Dworkin, Alejo Demichelis, María Angelica Lobo, Fernando Muriel, Roberto Felicetti, Silvio Schmek, Carlos Hugo, María Inés Fadel, Dante Amoroso, Nuria Piñol, Alfredo Ossorio, Jorge Wittis, Federico Montero, Lido Iacomini, Carlos Alberto Chavez, Rodolfo Hamawi, Natalia Ferrari, Adrian Garcia Lois, Rodolfo Briozzo, Ivan Polaco, Leandro Macia, Santiago Reboreda, Pablo Camogli, Chino Beltran Besada, Francisco Figueroa, Jorge Cholvis, Adrian Albor, Federico Cassiraghi, Rocio de Hernandez, Jorge Testero, Graciela Godoy, Sebastian Del Gaizo, Mariana Zarate, Erik Bomberg, Bruno Pandolfo, Pablo Iglesias, Elizabeth Zarate Nuñez, Alejandro Mezzadri, Alicia vannelli, Miguel Angel Baro, Gabriela Buonomo, Anibal Macias, Zulema Mordzinski, María Eugenia Younis Moreno, Jimmy Herrera, Alfredo Guevara, Ricardo Gené, Edy Binstock, Javier Ortega, Fernando Bazano, Sebastian Zanazzi, Damian Ledesma, Alicia Godoy, Ana Cecilia Morum, Flavia Pascariello, Juan Carlos Orona, Ivan Schargrodsky, Julian Hofele, Luis Roa, Javier Crowley, Ariel Caputo, Gustavo Scrinzi, Agustina Panizza, Mario Mendoza, Pablo Di Pierri, Nicolás Rivas, Ilda Lucchini, Alberto Celentano, Isabel Cullen, Maximiliano Villa, Juan Ignacio Cafiero, Sebastian Bringas, Ariel Larroude, Jorge Raúl Molina, Carlos Varela Alvarez, Tomas Ibarrola, Gonzaleo Abella, Eduardo Daniel Sara, Silvana Di Vincenzo, Soraya Giraldez, Camila Blanco, Berenice Timpanaro, Barbara Garcia Godoy, María José Corral, Nicolás D’Angelo, Margarita Camus, Gustavo Rojas, Roberto Oscar Cantarella, María del Rosario Cubillos, María Carolina Guevara, Natalia Coronel, Claudia Albertal, Ana Arias, Leonardo Brond, Liliana Rodriguez, Sebastian Serrano Alou, Alfredo Carballeda, Graciela Vetri, Laura Arienza, Liliana Portillo, Luis Desalvo, Martín Giambroni, Pablo Salcito, Martin Magran, Marina Soberano, Carlos Eusebi, Cristina pfluger, Osvaldo Frances, Maria F. Barro Gil, Patricia Funes, Greta Penna, Amanda Escola, Maria L. Gitane, Maria. A. Escayola, Adriana Elorriaga, Viviana Laura Beigel, María L. Martinez, Federico Henriquez Rigoni, Facundo Rijo, Leticia Bravo, Ana Monchon, Daniel Ezcurra, Carlos Vitteleschy, Dora Torres, Maria I. Bertolotto, Hernan Hormazabal, Carlos Tobal, Julio Accavallo, Luis Schenonne, Rosa Saig, Nadia Espina, Carolina Von Oppiela, Nicolas Rodriguez Lamas, Liliana Zuccotti, María Fernanda Flores, Nicolas Batlle, Valeria Echegaray, Veronica Sanchez Gelos, Mauro Carneli, Guido Brancolli, Shila Vilker, Graciela Otano, Horacio Rovelli, Leda Dubra, María del Carmen Huarte, Betty Pazos, Marcelo Caprioli, Luis Palmeiro, Estela Saltzman, Elbio Blanco, Gustavo Miño, Gustavo Ciampa, Adriana Micale, Luis Padín, Carlos Aranda, Agustin Territoriale, Maria F. Mestrin, Claudia Rocca, Leandro Montes, Carlos Alfaro, Jaime E. Schwartsman, Julio Erratchu, Carlos Lopez de Belva, Guillermo Merega, Juan Messe, Arturo Galvan, Rodolfo Casals, Cesar Rosestein, Paula Camarotti, Ana Clara Camarotti, Pablo Vaccani, Leandro Reboredo, Azucena Racosta, Alejo Alvarez, Gabriela Laino, Anabel Barboza, Nicolás Soler, Josefina Minatta, Ignacio Lombardi, Marisa Otero, Sofia Hammoe, Gustavo Fernandez, Emiliano Espejo, Claudio Heredia, Lito Abregu, Amanda Espino, Vanesa Kowalek, Leandro Fernandez, Andrea Perez Julia, Gustavo Peters, Vivianna Giorgi, Sebastian Premici, Luis Ohman, Natalia Ohman, Emanuel Porcelli, Emilce Estevez Cuadra, Marcela Ines Rodriguez, Rosana Felicioti, Natalia Saludianzki, Laura Mercadal, Agustina Calabro, Maria I. Bergamini Urquiza, Maria I. Ricciardi, Adrian Grümberg, Liliana Garcez, Matilde Bruera, Nayla Bosch, Gerardo Pettigiani, Ana Blejer, Hernan Tuppo, Maria V. Franco, Miguel Solodognik, Florencia Sinagra, Vilma Bisceglia, Veronica Garcia Valeiron, Indiana Guerreño, Alejandro Corda, Daniel Altmark, Hector Dragoevich, Victoria Flores Beltran, Javier Delfino, María Belen Ravarini, Silvia Robles, Matias Bruera, Martín Vazquez Acuña, Francisco D’ Alessio, Damian Valls, Angel Bruno, Victor Ego Drucrot, Luciano Debanne,  Federico Di Nenno, Claudia martinez, Cesar Arismendy, María Tuñon, Juan Maydana, Alicia Mercau, Omar Palermo, María Quinteras, Mónica Uson, María Sagasta, Rita Perotti, Claudio Heredia, Alejandro Brain, Federico Pavloski, Mariano Buffarini, Gustavo Caramelo, Bruno Netri, German Llacer, Pablo Spagnolo, Catriel Ortega, Carolina Gonzalez, Ignacio Lara, Juan Lara, Patricio Alarcón, Juan Schavas Madueño, Romulo Pullol, Ignacio Rey, Juan Pablo Gugliotta, Natalia Videla Peña, Cecilia Martinez, Marcela Obetko, Ruben Dario Chiavazza, Marisa Matia, Federico Demiryi, Gabriel Arzain, Javier Ranaldi, Alejandra Furfaro, Alberto Ramirez, Norberto Alayon, Roberto Gandolfi, Cristina Bartolucci, Emiliano Gomez Tutau, Juan Manuel Sánchez, Damian Castro, Fernanda Hernandez Toso, Mabel Duartes, Dario Guzzardi, Teresa Pablosky, Liliana Beli, Liliana Fontan, Nicolás Ciampa, Natalia Salvo, Cesar Bechetti, Jorge Elizondo, Ricardo Caffoz.

sábado, 13 de agosto de 2011

Clase Maestra de Raúl Zaffaroni en la Facultad de Derecho UBA el 11 de agosto

        I. Palabras previas. Creo que es este el único acto al que pienso asistir, porque no deseo hacer de esto una epopeya ni asumir permanentemente el papel de víctima. Hay otros actos, autoconvocatorias y eventos que agradezco profundamente, pidiendo disculpas por mi ausencia. Si bien sé muy bien que trabajar de víctima es el mejor negocio político que puede hacerse en el país y en el mundo, no tengo interés en eso. Cualquier rol que asuma en el futuro, quiero que sea por méritos y no como víctima.
         Tampoco insistiré más en el tema, a menos que me lo soliciten quienes jurídicamente tengan la competencia para hacerlo. A tal efecto y ante versiones de que algún legislador lo estaba instando en la Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados, en el día de hoy he remitido al Sr. Presidente de la H. Cámara un informe sobre la realidad de los hechos, adjuntando copia de la documentación correspondiente. 
         Han llegado a mi conocimiento interpretaciones del hecho que me afecta vinculándolo con conflictos a los que soy por completo ajeno. En principio, a mi juicio no tiene esto nada que ver con cruces que puedan tener otros poderes del estado con diferentes grupos empresariales o de medios ni con otros intereses. Las interpretaciones en ese sentido las respeto, pero corren por cuenta de quien las hace y no son la mía. Tampoco tienen nada que ver con este hecho personas a las que se pretendió vincular, como candidatos, dirigentes políticos y altas personalidades de la Iglesia. Todos ellos me merecen el mayor de los respetos que, por otra parte, es el mismo que he puesto de manifiesto en toda ocasión. Nos hallamos en una etapa electoral que, codazo más o menos, quienes recordamos tiempos oscuros, la vivenciamos como una fiesta de la democracia. En modo alguno debe permitirse que se mezcle con esto. 
Aunque no sea sencillo, debemos calmarnos y observar con alguna distancia los hechos. Las difamaciones pasan, unos pocos las creen, otros pocos simulan que las creen, los más las repudian; las elecciones también pasan, unos las ganan y están felices, otros las pierden y quedan tristes, pero debemos todos juntos mantener las condiciones para que siempre vengan nuevas elecciones.
         Para no confundir los hechos con el marco, he prefiero elegir como tema para esta clase inaugural un análisis detallado del hecho en el marco de lo que en varias publicaciones vengo denominando criminología mediática.

ooooooooooooooooooooooooooooo

II. Observador participante. Las circunstancias han querido que me halle en la curiosa situación de un observador participante cuyo rol es el de objeto de una tentativa fallida de construcción mediática de la realidad (en el sentido de Berger y Luckmann). Esta será, pues, una clase en base a un caso práctico. Le agradezco a nuestra querida y distinguida Decana la oportunidad que me brinda de ensayar este método en nuestra Casa de Estudios.
        No es posible asumir la función de observador participante sin estar involucrado en el hecho investigado, pero el éxito del método depende de la distancia que logre poner el observador a la hora de extraer las consecuencias.
        Procederé por etapas: 1) caracterización del hecho; 2) motivaciones; 3) perfil del agredido; 4) instrumento; 5) mecánica de la agresión; 6) objetivos de la agresión; 7) razones por las que no se logró plenamente el objetivo; 8) consecuencias sociales del hecho.

III. Caracterización del hecho. Estimo que el hecho puede caracterizarse como lapidación mediática. Sé que no faltan quienes prefieren lynchamiento mediático, pero existe una diferencia sustancial, señalada por René Girard: en el lynchamiento se toca materialmente a la víctima; en la lapidación se la persigue arrojando piedras hasta que ésta sucumbe o se precipita al vacío; los ejecutores son anónimos, nadie se atribuye el resultado y nadie se contamina físicamente con la víctima. En lo mediático, evitar la contaminación física es una coartada importante (¡Se mató solo! ¡Nadie lo tocó! ).
        La lapidación responde al llamado de un empresario moral en el sentido de Brosnislaw Malinowski, es decir, de alguien que llama la atención sobre un hecho e invita a arrojar piedras. Pero las motivaciones del empresario moral no necesariamente son las mismas de quienes se van sumando a la tarea lapidaria.
       
IV. Motivaciones.  En este caso los lapidadores actúan con muy diferentes motivaciones. Veamos:
1) Una ONG en busca de promoción para desplazar a posibles competidoras.
2) Sectores minoritarios de seguridad afectados ávidos de venganza (y de advertir a otros) porque el lapidado promovió el secuestro de 4.000.000 de dosis de paco y el procesamiento de más de 100 personas. 
3) Sectores de burócratas internacionales o de sus subordinados o lacayos locales, preocupados por lo que el lapidado discurre acerca del crimen organizado y en especial respecto del lavado de dinero. Estos tienen alcance internacional y se han ocupado de difundir el hecho en la prensa extranjera.
4) Sectores vinculados a intereses locales a los que resulta molesta la actual composición del máximo tribunal y su prestigio nacional e internacional.
5) Sectores de los medios que difunden el discurso vindicativo y empujan hacia el estado gendarme, molestos porque se les analizan y ponen de manifiesto sus técnicas y sus artimañas generadoras de pánico moral.
6) Personas con escaso éxito político –algunas sólo viven de la política y de la denuncia gratuita- a las que el hecho puede brindar un escenario que sus dotes no le ofrecen (Somos los únicos limpios, todos los demás son sucios).
7) Profesionales que ven afectados sus intereses por las sentencias del tribunal, sobre el cual no pueden ejercer poder.
8) Profesionales que ambicionan ocupar un día el lugar del lapidado y envidian abiertamente su prestigio y conocimiento (¿Por qué él, si yo soy más?).
9) Empleados de empresas amarillistas que procuran obtener la noticia del año y ser premiados con algún emolumento complementario.
10) Personas vinculadas a la dictadura militar o a sus simpatizantes.
11) Quienes suponen que a través del lapidado pueden erosionar a otras instituciones o personas.
12) Personas ideológicamente enfrentadas (aunque este subgrupo por lo general es reducido, porque siempre quien tiene una ideología tiene también una cosmovisión y esto impone algunos límites éticos).
        La lista de lapidadores puede extenderse, pues el enunciado anterior no es exhaustivo, aunque es suficientemente demostrativo de la pluralidad motivaciones.
Lo importante es destacar que sin un empresario moral no hay lapidación, pero que tampoco la hay si no existe una cantidad de personas dispuestas a escuchar su llamado y a lapidar, aunque sus motivaciones sean por completo diferentes.
       
V. Perfil del agredido. El segundo elemento a tener en cuenta es el perfil del agredido. Ante todo debe elegirse a alguien al que se considera capaz de quebrarse o incapaz de resistir las pedradas. Cabe presumir que el perfil de quien por lo general tiende a resolver o minimizar conflictos lo hace porque es vulnerable.
El lapidados piensa que la víctima tiene puntos débiles en su vida por los que puede entrar su ponzoña y, como no los conoce, proyecta sobre la víctima su propia inmoralidad como deducción. El apedreador arroja las piedras sin estar seguro de dar en el blanco y, con la esperanza de hallar alguna falla en la víctima, presume que ésta –al igual que él- sufre la misma carencia de escrúpulos y valores, por lo que puede equivocarse fácilmente.
Cuanto más inmoral es el apedreador, mayor es la inmoralidad que proyecta sobre la víctima, al imaginarla parecida a él. El lapidador imagina una combinación de morbosidad y ambición desmedida de poder y dinero.
Aunque el lapidador no dé en el blanco sigue insistiendo sobre la víctima con la esperanza de golpear mejor, pero tampoco sabe muy bien si lo conseguirá, en especial cuando a la víctima no se le encuentran fallas reales escandalosas.
El perfil respetable, conservador y solemne del agredido favorece los golpes del lapidador, pues puede más fácilmente tildar a la víctima de hipócrita, pero es mucho más difícil golpear a una víctima cuando ésta tiene perfil transgresor, como en este caso.
       
VI. Instrumento. El principal instrumento de lapidación es la prensa amarilla, que es una patología de la comunicación que por regla general tiene un público cautivo cercano al de la clientela de la pornografía.
Esta empresa no conoce ningún límite ético. Si bien en la ética periodística existen muchas zonas grises, la empresa amarilla no reconoce ni siquiera los principios más elementalísimos de la ética, los viola todos. Si no hiciese esto carecería de capacidad de lesión al proyectar su propia inmoralidad sobre el lapidado.
Es interesante observar que la prensa amarilla se vale de un proletariado de jóvenes que cumplen las tareas menores y más desagradables, necesitados de su salario –que debe ser miserable- y que mientras arrojan piedras sobre el lapidado le piden disculpas porque están trabajando y hasta le envían mensajes más o menos anónimos de adhesión disculpándose por no aparecer públicamente en su defensa. Algo análogo suele suceder con algunos de quienes practican personalmente la tortura. 
La inmoralidad de la prensa amarilla causa a esto jóvenes serios problemas de conciencia. Las consecuencias últimas de esta degradación del proletariado del amarillismo en la personalidad de los explotados no son menores, considerando que se trata de personas muy jóvenes y que conservan restos de dignidad y valores. 

        VII. Mecánica de la agresión. La mecánica de la lapidación mediática asumió en el caso una forma bastante compleja.
        1) Se abrió con la difusión de mails hacheados, adulterados e inventados, publicados en un sitio cuya dirección electrónica fue difundida por la prensa no amarilla. Primera tentativa de lesión a la autoestima de la víctima.
        2) Previamente la víctima fue sometida a un estudio completo a efectos de obtener información que pudiera ser material de extorsión. El resultado de esta investigación fue alertar al banco extranjero del que la víctima era cliente desde hacía veinticinco años y éste decidió cerrarle su cuenta en razón de ser una persona políticamente expuesta. (Cabe observar que si la víctima hubiese operado con un testaferro la cuenta no hubiese sido cerrada, lo que indica que algo anda mal en el mundo y no sólo en lo local).
El banco adoptó una actitud francamente discriminatoria con un cliente antiguo y con una cuenta cuyo movimiento era ínfimo y transparente. Se comunicó con el cliente y le informó poco menos que no quería problemas con un sudaca con un depósito despreciable. Segunda lesión a la autoestima de la víctima.
        3) Sucesivos recados telefónicos eran dejados todos los días avisando lo que se publicaría en la prensa amarilla al día siguiente. Los llamados eran insistentes, reiterados varias veces al día, dejados en el contestador, remitidos a la cuenta de mail.
El objetivo era mantener al hostigado en permanente estado de zozobra y alteración del sueño induciendo una fijación persecutoria. Esto hubiese sido muy grave en caso de personalidad paranoide. También se buscaba que éste se preguntase permanentemente si había hecho algo errado. Frente a una personalidad culpógena esto podría acarrear una grave depresión e inducir errores de conducta. No fue el caso de la víctima de este hecho, que no tiene personalidad paranoide ni mucho menos culpógena, como máximo quizá un poco esquizoide
        4) Esos estados se potencian a través de los mismos métodos aplicados a todo el equipo de colaboradores, hostigados a distintas horas del día y de la noche. El objetivo fue desestabilizar a éstos, cada uno de los cuales tiene sus propias características conforme a las cuales reacciona y, en su afán por contener el avance del hostigamiento, desconciertan al hostigado, que se ve obligada a contenerlos. A ese efecto la prensa amarilla se agenció los teléfonos celulares de todo el equipo mediante procedimientos que no se conocen, pero no cabe descartar su carácter corrupto.  
        5) Paralelamente se procedió a instalar una guardia de fotógrafos en la puerta del domicilio particular del hostigado y a fotografiarlo cuando entraba y salía de la casa y a seguirlo cuando caminaba por la calle, como también a todas las personas que entraban y salían, a interrogarlas, a mostrar las fotos a los vecinos para que identificasen a cada uno, a fotografiarlo en el acto electoral, a interrogar al personal de servicio. Esto buscaba producir en la vida hogareña del hostigado el mismo efecto reproductor que con sus colaboradores, en forma tal de impedirle eludir la tensión y la zozobra en ningún momento del día ni de la noche. 
        6) Entre los hechos extraños que tuvieron lugar en forma contemporánea al hostigamiento se produjo la visita de una mujer, que intentaba entrar al domicilio del hostigado, con el pretexto de ejercer la prostitución y ofrecerse para armar una coartada. Si bien puede ser una coincidencia provocada por una persona desequilibrada, no cabe descartar otras hipótesis.
        7) Con todo esto se busca que el hostigado esté fijado en el hecho en forma permanente, lograr que no piense en otra cosa, impedirle la distancia del hecho y la consiguiente reflexión y hasta el descanso. Si esto no doblega psicológicamente al hostigado, éste debe cargar con la pesada tarea de alertar constantemente a los colaboradores, convivientes, personal de servicio, vecinos, etc.
        8) Uno de los objetivos del hostigamiento era individualizar al apoderado de la víctima, proyectando sobre ésta la propia inmoralidad en la idea de que esa persona era un testaferro encargado de sus negocios sucios.
En realidad la desilusión debe haber sido absoluta. No dudo que hayan acudido al Registro de la Propiedad y verificado que éste es un monotributista que sólo posee una casa prefabricada de fin de semana en una provincia y un automóvil. Otra pedrada sin eficacia.
        9) Alertada la víctima por el llamado del banco extranjero y en pleno trámite de transferir el dinero de la cuenta al país en forma perfectamente legal, se mantenía atenta acerca de la posibilidad de manipulación deformadora de esta información, lo que llegó el día viernes, con el adelanto por recado de la noticia de que el sábado explotaría sobre ese hecho un segundo escándalo.
Con seguridad que el banco no suministró información y la prensa amarilla volvió a proyectar su propia inmoralidad y presumió que había una cuenta oculta o una suma enorme e inexplicable de dinero. Por tal motivo el hostigado le abortó la maniobra con una conferencia de prensa en Santa Fe y expuso públicamente lo referente a la cuenta y a la actitud discriminatoria del banco. La prensa amarilla de inmediato desmontó el operativo del segundo escándalo.
        10) Un periodista publicó la falsa noticia de que la víctima había mantenido en la Casa de Gobierno una reunión de alto nivel con ministros del poder ejecutivo. Esto tenía toda la intención de provocar una justificada indignación de la dirigencia política opositora contra el hostigado. Afortunadamente éste la pudo desmentir públicamente de inmediato y en general la actitud de los políticos fue sumamente mesurada y prudente. 
        11) Como parte del hostigamiento, un sujeto usó el nombre del hostigado en twitter y después de enviar varios mensajes divulgó la noticia de que había renunciado, lo que desconcertó incluso a algún dirigente político y provocó una catarata de llamadas al tribunal y al interesado, creando mayor zozobra y tensión entre las personas que lo rodeaban en su trabajo y en su domicilio.
        12) Provocada una reacción masiva de repudio contra la prensa amarilla, un diario publicó la noticia de que las muestras de apoyo y solidaridad del exterior son obtenidos por medio de una gestión oficial. El supuesto gestor oficial es absolutamente desconocido en todos los medios académicos y universitarios del exterior.
        13) Un comunicador excedió el marco del poder mediático emplazando al hostigado a que comparezca ante alguno de los medios para los que trabaja a dar explicaciones, porque de lo contrario debería darlas en el Congreso de la Nación, exigencia curiosa y extraña por cierto, considerando que quien la formula carece de toda función pública o de representación popular.
        14) La prensa amarilla, frente al desprestigio que le provocó una solicitada de numerosos periodistas de diferentes medios y colores, trató de descalificarla afirmando que una de las firmas correspondía a un periodista que no había autorizado su inclusión en la solicitada. Resultó ser la de un periodista homónimo.
        15) Ante el fracaso de la lapidación frente a la reacción masiva de repudio, la prensa amarilla trató de poner distancia del hecho, afirmando que sólo se limitó a tomar una noticia de otro medio; lo cierto es que el otro medio es un diario que alcanza el punto máximo de impudicia e hictericia y que pertenece a la misma empresa. Esto puede obedecer a la tentativa de evitar una demanda civil, aunque no parece que le preocupe demasiado; cabe pensar que su preocupación finca en el repudio general y profesional y, en definitiva, en el ridículo, del que –como alguien dijo- no se vuelve.
        16) Como ya no quedaba nada que aclarar ni agregar, un diario difunde supuestos enfrentamientos o malestares en el seno del tribunal, información que parece proceder de un personaje de triste figura y facies inexpresiva, que por lo general comunica trascendidos insólitos (usualmente llamados chismes) y que deambula escondiéndose detrás de las columnas del Palacio de Justicia.
         
        VIII. Objetivos de la agresión.  Como las motivaciones que mueven a los lapidadotes no son las mismas, tampoco los objetivos coinciden: unos buscan destruir psíquicamente al hostigado, desequilibrarlo para que reaccione de modo erróneo, sorprenderlo en esa reacción y mostrarla como confirmación de su inadecuación a los reclamos del rol. Pero otros pueden buscar objetivos menos personales y más concretos: 1) obtener su alejamiento de la función y el desprestigio institucional; 2) inferirle el mayor daño posible; 3) generar una confusión política en medio de una campaña electoral; 4) provocar un enfrentamiento con los colegas del tribunal y desarmar la armonía y respecto que debe primar entre ellos; 5) desarmar el prestigio internacional de la víctima y anular su palabra en los foros extranjeros; 6) o simplemente causar confusión y afectar la vida democrática del país hasta donde le fuese posible. 

        IX. Razones por las que no fueron alcanzados los objetivos. Las razones por las que la lapidación no obtuvo el efecto deseado son varias, poniendo de manifiesto que la construcción mediática tiene límites.
        En efecto: 1) Si bien existió un problema de consorcio, la vinculación del hostigado con este problema nunca pasó de la firma de las escrituras traslativas de dominio de los inmuebles en que se practicaba, dado que no los administraba y tampoco firmaba los contratos de locación, todos a precios de plaza, nunca conoció a los inquilinos y en muchos casos ni siquiera los  inmuebles. Como todo esto está perfectamente documentado, el hostigado no fue golpeado en su estabilidad emocional.
2) Por otra parte, las denuncias de trata de personas y de lenocinio no parecen tener fundamento en los hechos, pues hasta el momento lo que parecería haberse producido es la desnaturalización de los contratos de locación por violación de la prohibición de subalquilar y por la violación del reglamento de copropiedad en caso de eventuales molestias producidas por los subinquilinos. 
        3) Las afirmaciones de una diputada no han resultado fundadas y, además, ha admitido que conocía los hechos desde hace dos años, sin que lo notificara al hostigado, lo que indica su clara intención de reservarse la información y provocar el escándalo por la prensa amarilla durante la campaña electoral.
        4) La versión lapidaria no resulta convincente porque no puede mostrar cuál es la supuesta ventaja que alguien puede obtener de alquilar inmuebles al precio de plaza para que se ejerza la prostitución, cuando los puede alquilar al mismo precio para otro objetivo que no le acarrease problemas.
        5) Menos aún lo hay para creer que un profesional que puede retirarse a la actividad privada y ejercer la profesión con buenos honorarios, incluso pagados por algunos de los que lo imputan (que lo quisieran a veces como abogado), emprenda una actividad absurda con su nombre y apellido y sin que le aporte ninguna renta mayor de la corriente.
        6) Pero si bien construcción de la realidad intentada excedía los límites de las posibilidades de ésta por inverosimilitud, en cuanto al hostigamiento lo que impidió que se alcanzase alguno de los posibles objetivos en el caso que el hostigado no carecía de experiencia política y mediática. Si el hecho se hubiese concretado contra una persona sin esa mínima experiencia, hubiese sido imposible evitar alguno de los objetivos dañinos propuestos.
        En síntesis: Por un lado se verifica que la construcción de realidad tiene el límite de la alucinación: una ilusión puede llegar a tener éxito, pero una alucinación nunca puede tenerlo. Por otro lado, se prueba que el hostigamiento tiene el límite que le pone la personalidad y la experiencia de la víctima.

        X. Consecuencias sociales del hecho. Evaluando el hecho en cuanto a sus consecuencias sociales negativas, podemos señalar tres diferentes niveles de efectos: 1) el comunicacional; 2) el político; y 3) el antropológico.
        1) En el plano comunicacional la generalización de esta metodología de hostigamiento crearía el grave riesgo de estimular a los que en toda sociedad tienen vocación de inquisidores para que un buen día impulsen una ley mordaza.
        Esto debe evitarse a cualquier precio; la única ley de prensa tiene ciento cincuenta y ocho años y es muy buena: es la Constitución Nacional. No sólo no se necesita sino que es menester rechazar terminantemente cualquier intento de otra ley de prensa acerca de contenidos. El amarillismo no se combate con censura, sino con definiciones. Se lo combate evitando que los medios serios se mezclen con el amarillismo, aunque eso pueda arrojar algún rédito pasajero e inmediato. Esa mezcla venenosa debilita la credibilidad de los medios y fortalece a los partidarios de la censura.
No importa la orientación ideológica ni política de los medios, pues todo medio la tiene y eso no le hace perder seriedad; lo que le hace perder seriedad es su mezcla con el amarillismo. Un medio puede ser azul o rojo, no importa, pero si éstos se mezclan con el amarillismo se desdibujan: el azul se vuelve verde y el rojo naranja. Allí las personas dejan de creerle.
Los censuristas están al acecho y se apoyan en las reacciones vindicativas de las víctimas del hostigamiento amarillo.
Una vez aislado de los medios serios, el amarillismo no molesta, pues al igual que la pornografía, tiene un público cautivo y hace su negocio, sucio pero tolerable, porque su público sabe lo que lee (este es el otro aspecto que lo asemeja a la pornografía).
2) En lo político, la generalización de estos hechos puede llevar a la opinión la impresión de que en la política y en la función pública nadie está limpio, que todos los candidatos son sucios, que todos se mueven por intereses bastardos, que no hay ideales ni vocación de servicio. Eso es la antipolítica y ésta es el campo de cualquier aventurero extra-sistema y siempre fue el preludio de todas las dictaduras, con costos invariablemente muy altos para los pueblos.
3) En lo antropológico no puedo dejar de observar que para intentar destruir psíquicamente a una persona se requiere una pulsión de odio tan brutal que en otras condiciones se materializaría en forma directamente destructiva en el plano físico.
Me pregunto qué mueve semejante pulsión destructiva. ¿Qué genera o motiva semejando grado de odio? Y llego a la conclusión que en el fondo es el afán crematístico y de poder. Poder y dinero es la clave.
¡Son locos! ¡Están alienados! Han alcanzado un grado tal de alienación que olvidan el viejo adagio popular: no hay mortaja con bolsillo.
Si es que ya no lo tienen, reunirán el dinero que les alcance para vivir muchas vidas, pero no los vivirán, porque hay una sola y única vida, con límite infranqueable. Quizá esta afirmación sea demasiado existencialista y, por ende, resulte un poco pasada de moda, pero no puedo dejar de llamar a la reflexión desde esta perspectiva frente a semejante grado de alienación.
Un día todos podemos estar en la cama de un hospital mirando al techo sin saber si mañana o dentro de un rato lo podremos ver ¿Qué consolará a estas personas en ese momento?
Se han olvidado que todo ser humano que nace es ya suficientemente viejo como para morir y mañana mismo podemos no estar. El afán crematístico les borra la conciencia hasta ese límite; Tanatos los domina por completo. Por suerte son los menos, porque de lo contrario la especie humana no tendría futuro y yo creo que lo tiene. La humanidad no está representada por ellos: prueba es la presencia de todos ustedes.  

oooooooooooooooo

XI. Palabras de cierre. Les confieso algo que ni siquiera mis más cercanos colaboradores sabían. El 31 de octubre se cumplen ocho años de mi permanencia en la Corte. En lo personal creo que los cargos vitalicios son monárquicos y que en una República es bueno que quien desempeña una función después de un tiempo, cuando considera que su tarea está cumplida, pueda retirarse. Por otra parte, estoy un poco cansado de que se me defina por la función. No soy el juez, el ministro, soy Raúl, no soy juez, trabajo de juez, que es otra cosa. No nací en la Corte Suprema y no pienso morirme en ella. Por todo eso, había decidido dejar la Corte en unos pocos meses.
Siento mucho que hoy todo indique se me haya frustrado este proyecto. Ahora estoy preso, no puedo irme al menos hasta que el curso del tiempo permita dejar claro que mi alejamiento no tiene nada que ver con esta infamia. Si me fuese daría la peor lección de republicanismo a los chicos y chicas de la Facultad que nos hospeda y en la que he ejercido la docencia muchos años. Sería mi última y peor clase. No obstante, siento mucho esta frustración.
 Seguiré haciendo lo que hago, pensando y diciendo lo que pienso y lo que mi ciencia me indica. No me dobla el hostigamiento amarillo. Tampoco me doblegan los locos que se olvidan de la vida por escapar de la muerte.
Yo sé quién soy, ellos todavía no, quizá un día lo sepan, espero que no demasiado tarde, cuando ya no les quede mas que mirar el techo de un hospital. El odio no es paliativo para la angustia.

jueves, 4 de agosto de 2011

EN REPUDIO A LA CAMPAÑA SUCIA

SOLICITADA
Las personas y organizaciones que suscribimos manifestamos nuestra solidaridad con el juez Raúl Zaffaroni y repudiamos la campaña sucia que tiene por objeto no sólo dañarlo personalmente, sino también poner en tela de juicio a la propia Suprema Corte de Justicia, en cuya renovación la incorporación de Zaffaroni ha sido decisiva.
Nuestro máximo Tribunal ha dado en estos años reiteradas muestras de su independencia, su compromiso con los derechos humanos, los derechos de los trabajadores, de los jubilados y de los ciudadanos frente a la autoridad, al tiempo que ha establecido la necesidad de políticas de estado en resguardo del medio ambiente y la salud pública.
Con el afán de conservar privilegios injustificados y de dudoso origen, quienes promueven la campaña procuran intimidar a los miembros de la Suprema Corte, cuando están pendientes de resolución cuestiones de trascendental importancia, como la plena vigencia de la Ley de Medios Audiovisuales y la aplicación de la cláusula de desinversión.
El ataque a Raúl Zaffaroni carece de fundamentos serios. Se lo pretende asociar a la explotación de la prostitución, cuando es notorio que desconoce a sus inquilinos, que los inmuebles fueron puestos en alquiler por su apoderado a través de una inmobiliaria y que no existe un solo indicio que permita poner en duda la buena fe de sus actos.
Nuestro gran jurista ha presentado en los últimos meses un libro fundamental: La palabra de los muertos. Allí define a la “criminología mediática”, como un discurso en el que los medios de comunicación ejercen con alcance masivo, una facultad de enjuiciamiento basada en prejuicios, cambios de escala, anulación de la cautela reflexiva, exposición de estereotipos y poderosos impactos virtuales en la sensibilidad pública. Es esa criminología mediática que conceptualizó con tanta claridad la que hoy lo elige como víctima predilecta.
A quienes llevan adelante la campaña no les interesa la situación de quienes ejercen la prostitución, ni combatir la trata de personas, ni averiguar si los funcionarios judiciales competentes están llevando adelante una investigación seria, ni nada que se le parezca. Poco interés pueden tener en ello quienes han tenido en los avisos clasificados de esas actividades una de sus fuentes de ingresos. Ellos montan su propio tribunal procurando desprestigiar a sus víctimas e impulsando su linchamiento.
Lo peor que podemos hacer es ponernos a la defensiva y refugiarnos en el silencio. Al expresar nuestra solidaridad con Raúl Zaffaroni, estamos dejando en claro que no estamos dispuestos a dejarnos intimidar, que repudiamos la manipulación y el acoso de quienes no tienen límites a la hora de defender sus privilegios y que reivindicamos el pleno derecho de Raúl Zaffaroni y de todos y cada uno de los miembros de la Suprema Corte de Justicia a ejercer su magistratura con plena libertad e independencia.
Víctor Hugo Morales, Facundo Moyano, Horacio González, Hebe de Bonafini, Norberto Galasso, Martín Insaurralde; Albertina Carri, María Elena Naddeo, Delia Bisutti, María Fiorentino, Teresa Parodi, Fernando Chino Navarro, Roberto Baradel, Alejandro Slokar, Nora Cortiñas, Jorge Taiana, Hugo Yasky, Omar Plaini, Juan Carlos Schmidt, Marita Perceval, Juan Cabandié, Liliana Herrero, Raúl Perez, Jorge Coscia, , Marta Dillon, Dolores Solá, Gabriela Cerruti, Diego Fucks, Luis Farinello, Milagro Sala, Artemio López, Hugo Presman, Roberto Caballero, Noé Jitrik, Elsa Drucaroff, Tununa Mercado, Emilio Pérsico, Leo Grosso, Claudio Heredia, Alejandro Horowicz, Juan Tata Cedrón, Enrique Vazquez, Julio Piumato, Damián Loreti, Mary Sánchez, Alba Lanzillotto, Ricardo Forster, Eduardo Anguita, Eduardo Blaustein, Cristian Alarcón, Mariana Carabajal, Liliana López Foresi, Rubén Szuchmacher, Jorge Schuscheim, Lita Stantic, Lorenzo Quinteros, Gastón Pauls, Jorge Boccanera, Liliana Chiernajowsky,Eduardo Saiegh, Jaime Sorín, Cristina Caamaño, Arnaldo Bocco, Mariano Recalde, Juan Forn, Eduardo Jozami, Enrique Quique Lovey, Ricardo Rouvier, María Pía López, Donato Spaccavento, Fernando Noy, Carlos Girotti, Martín Canevaro, Arturo Bonín, Susana Cart, Aníbal Ibarra, Mauricio Kartun, Guillermo Martínez, Carlos Gamerro, Edgardo Binstock, Jorbe Boccanera,  Pablo Marchetti, Lila Ferreira, Jorge Testero, José Slimobich, Aurelio Narvaja, Jose Maria Vásquez Ocampo, Luis Hernán Paz, Raúl Gustavo Ferreyra, Rodolfo Hamawi, Ana Jaramillo, Arístides Corti, Sara Derotier de Cobacho , Oscar Rovito, Axel Kicillof, Enrique Masllorens, Juan Carlos Dominguez Lostaló, Alberto Schprejer, Ana Villa, Miguel Angel Osorio, Carlos Pissoni, Daniel Freidenberg, Gustavo Koenig, Guillermo Wierzba, Cristina Bejar, Horacio Estol, Stella Matute, Juano Villafañe, Ernesto Rodriguez Larresse, Alejandro Jorge Vannelli, Carolina Von Opiela, Alex Freyre, José María Di Bello, Adela Segarra, Juan Gasparini, Kelly Olmos, Ana María Careaga, Luciana Peker, Carlos Damin, Jacobo Grossman, Eduardo Ancona, Osvaldo Pugliese, Marcelo Capurro, Nora Schulman, Javier Garín, Norberto Lorenzo, Raquel Castronuovo, Víctor Hortel, Ernesto Moreau, Carlos Sosa, Bruno Bimbi, Oscar Valdovinos, Ana María Sanchez, Claudio Tolcachir, María Inés Mato, José Amícola, Carlos Gazzera, Martín Malharro, Pablo Alabarces, Darío Sztajnszrajber, Esther Díaz, Marcelo Lezcano, Alejandro Alagia, Juan Martín Mena, Alfredo Fernández, Juan Pablo Cusa, Marcelo Boccanera, Gustavo Ferreyra, Hebe Uhart, Tamara Kamenszain, Jorge Accame, Leopoldo Brizuela, Gustavo Nielsen, Félix Bruzzone Federico Montero, Agustin Vanella, Lisandro Teszkiewicz, Valentina Novick, Noemí Sciolaro, Eduardo Epszteyn, Roberto Carles, Fernando Cano, Edgardo Filloy, Marcelo Buigo, Gloria Mustapich, Mario Rabey, José Manuel Martínez, Alejandro Guillaume, Alejandro Otero, Miguel Angel Osorio,, Jorge Drkos,, Claudio Gasparrino, Mirta Fabris, Jorge Gaggero, Sebastián Del Gaizo, Mariano Javier Villagra, Julio Gómez Carrillo, Facundo Sosa, Alejandro Mezzadri, Pablo Garbarino, Gustavo Scrinzi, Rodrigo Codino, Matias Bailone, Pablo Vega, Karina Flor, Rita Anselmo, Graciela Otano, Renato Vannelli Viel, Gabriela Gusis, Mariana Caraballo, Mario Perotti, Adrian Fernandez, Daniel Rodriguez Novo, Guido Risso, Romina Zarate, Gabriela Buonomo,, Tomas de Anchorena, Carmen Aguiar Lapaco, Guillermo Alchouron (h), Cesar Lopez, Héctor Toustau, Sebastián Narvaja, Jorge Dubatti, , Julio César Vélez, Vilma Acuña, Isabel Vázquez, Ida Suárez, Marcela Prat, Daniel Di Gregorio, Juan Lucas Finkelstein Nappi, Marta Vasallo, Esther Ana Baddouh, Pablo Ignacio Lombardi, Simon Gusis, Nora Kogan Emilio Valcarce, Ernesto Esteche, Carlos Caramutti, Juan Carlos Volnovich, Marisa Otero, Adriana Lestido, German Pontoriero, Gonzalo Nogueira, Gerardo Rico, Ernesto Paillaleff; Raúl Lorenzo; Luis Cáceres, Susana Fabris, Cecilia Lipszyc, Carlos Ruta, Luis Ohman, Lía Mendez, Aldo Etchegoyen, Miguel Monserrat, Alicia Herbon, Luis Roa, Pablo Vacani, Ignacio Tedesco, Deborah Damonte Mario Toer, Mariela Barresi, Haydeé Birgin, Beatriz Manzur, Marcelo Torino, Cristina Fridman, Horacio N. Acebedo, Tomás Perez Bodria, Aurelio Narvaja, Guillermo Pajoni, Gildo Onorato, Stella Maris Córdoba, Gabriel Legarreta; Gustavo Di Marzio; Graciela Godoy, Noelia Astiz, Hernan Del Gaizo,Alejandro Rusconi; Hugo Colaone; Hugo Serpa; María Cristina Rodríguez, Félix Gibbs, Ariel Pasini, Valeria Volponi, Fabio Villarruel, Emanuel Desojo, Gabriela Couyoupetrou , Juan Pablo Gomara, María Eugenia Gómez, Diego Oliveira, Rosa Ana Borda, María Roberta Sansone, Daniela Notaro, Ignacio Sourrouille, Marcelo Boccanera, Laura Elena Paz, María Luisa Bermejo, Jose Humberto Gonzalez, Oscar Ramis García, Gabriela Molina, Ivan Horowicz, Luis Chitarroni, Guido Indij, H.I.J.O.S., Asociacion Madres de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora), Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Juventud Sindical, Negros de Mierda, Agrupación de Abogadas y Abogados Norberto Centeno, Movimiento Evita, A.L.P.E.C. (Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminologia) U.E.J.N. (Union de Empleados de Justicia de la Nacion), M.P.P. (Movimiento de Profesionales para los Pueblos) AJUS (Abogados por la Justicia Social), Comisión de DDHH del Movimiento de Estibadores Portuarios de Pie, Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal, Agrupación La Jauretche, Agrupación Marquitos Zucker, CEPOC, Grupo Maure, Ciudadanos Sin Fronteras, Agrupación Julio Godio, Organización Barrial Tupac Amaru, Agrupación Jure, Derecho UNR, CEDHE (UNCuyo), EPA Derecho (UNCuyo), Asamblea Popular de Pompeya, Agrupación General San Martín, Casa Abierta, Centro Mujeres Argentinas, La Campora-AJUS Misiones Ligas Agrarias, Asociación de Especialistas Universitarios en Estudios de la Mujer, Observatorio DDHH CABA, Frente de Mujeres K, Asociación Argentina de Educadoras/es Sexuales, Unión Solidaria, Grupo En Memoria del Pueblo, Parroquia de la Santa Cruz, FOCO, CIDAC-FFYL-SEUBE, Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, Asociación Pensamiento Penal, UNSOL, La Cantora, Semanario La muda vida, Colectivo Pueblo Tango.

Tomás Lerner, Felipe Venancio Germán Ferrari, Laura Marrazzo, Daniel Riera, Fernando Mazzeo, Fernando Sánchez, Ingrid Beck, Mariano Lucano,Claudio Zeiger, Hugo Salas, Ignacio Molina, Enzo Maqueira, José María Brindisi, María Teresa Andruetto, Federico Irarzábal, Gabriela Borgna, Claudia de Bella, Germán Maggiori, Juan Carlos Muñoz, Luis Mey, Luciano Lamberti, Hernán Ameijeiras, Fernanda García Curten, Viviana Lysyj,Renata Kulemeyer, Eliana Melgarejo, Dennis Weisbrot, Laura Klein, Edgardo Scott, Mercedes Solá, Cintia Sposetti, Susana Noelia Chavez, Juan Manuel Figueroa, Nelson Valente, Roberto Vinuesa, Rafael Berecoechea, Fabián Mantaras, Eliana Wajsbrot, Martín Malharro, Alicia Romero, Alicia Perelló, Lila Mannuwai, Juan Manuel Martínez Chas, Silvio Rodríguez, Alejandra Naftal, Sandra Moresco, Virginia Feinmann, Inés Burghi, Gina Dinardo, Alicia Perelló, Christian Amaury Mera, Raquel Manzano, Ramiro González Gainza, Isabel Fernández Blanco, Juan Carlos Mereb, Rubén Darío Rodríguez, Helen Zout, Liliana Furlong, Susana Traiman, Carla Muriel del Cueto, María Reigada, Teresa Caretti, Pablo Guarido, Roque Bettelli, María Victoria Rillo, Raquel Saldivia, Alicia Martín, Juan Lombardo, Daniel Alix, Pablo Sztulwark, Ana Amorosino, Paula Schprejer, Alfredo Herms, Facundo Agrelo (guionista), Aída Quintar, Graciela E. Rodríguez, Daniela Nora Martínez, Paula Camarotti, Graciela Di Bussolo, Cipe Fridman, Ricardo Roger, Hugo Nadalino, Juan Pablo Schuster,María Soledad Tubio, María Belén Aizcorbe, Noemí Banchik, Patricia Frankel, Indiana Guereño, María Victoria Molinari, Claudia Portela, Daniel Parcero, Paula Fernández, Eladia Cristina Lunazzi, Marina Suárez, Leda Dubra, Marcela Iacono, Hijos Zona Sur, Juana Campero, Susana Craia, Luis Cimino, Rodolfo Ravioli, Mariel González, JP Arrecifes, Ariel Pesachovich, Rita Pais, María Laura Ferguson, Rubén Nuñez, Fabiana Carlotto, Andrea Vogel, Gachi Masochi, Oscar Jesús Gomez, stefanía Agüero, Lujis Mazzocchj, Mónica Colunga, Mercedes Dionisi, César Surigaray, Hilda Gómez, Oscar Rodríguez Alvarez, Marili Flores, Omar Alecci, Cecilia Di Rino, Pablo Grisón, Ivana Delelisi, Mirta Oro, Ricardo Colela, Graciela Susana Matterson, Ana Ester Cámara, Leonel Kaluki, Alicia Muzio, Carlos Fernando Díaz, Rafael Bujhaza, Lili Martín Torres, Juan Pedro Outchosky, Adriana Zerdin, Carmen Susana Frías, Silvia Bresciani, Gabriela López Zuviría, Natu Gómez, Raquel Swi, Noemí Bustos, María del Carmen Ramírez, Nora Graciela Parodi, Carlos Di Lorenzo, Nadia Goldberg, Damaris Pacchiotti, Ayelen Prado, Marcela Torriglia, Ruben Dario Chiavazza, Carlos Borgonovo, Fernando Rosua, Prof. Julio C. Llanan Nogueira, Jorge Alberto Ripani, Guillermo Pereyra Broggini, Pablo Dippolito, Nicolas Blando Figueroa, Guillermo Lauro, German Donadio, Dario Covicchi, Santiago Taborda, Sergio Rodríguez, Miguel Nazar Gaule, Ines Izaguirre, Carlos Calbiño, Maria Ines Ratti, Silvia Reigada, Maria Elena Cabrejas, Jorge Devincenzi, Diego Albarellos, Silvia Vilta, Beatriz Mucey, Julio Rudman, Beatriz Mucey, María Alicia Godoy, Nancy Maritano, Beatriz Diez, Mariela Garasino, Rubén Ciuró, Cristina Pastoriza, Susana Cella, Carlos Alberto Chaves, Ada Luisa Amoroso, Luis Alberto Rodríguez, Cristina Zucker, Mariela Labozzetta, Julio César Corredoyra, Alberto Moya, Lido Giacomini, Jorge Bosia, Alma Gutman, Alber Languer, Jorge Origone, Ana Casavelos, Elina Malamud, Máximo Erb, Mara Natalia Sosa, Guillermo Bottini, Fernando García, Cristina Iomma, Juan Zalazar, María Alejandra Romano, Jorge Roselló, Marcelo Dobal, Mariana Merlino, Freddy Gutiérrez, Ana Merlino, Paula Pitafortín, Jesús Viola, Enriqiue García, Lucas Nostro, Ana Casares, Zaida Paz, Luis Fliguert, Martín Di Girolamo, Laly Gallo, Elida Conde, Graciela Fernández, Isabel Noriega, Laura Ros, Alicia Gianna, Liliana Díaz, Vanina Castillo, Graciela Larrañaga, Ivana Ianamico, Mónica Amaya, Carolina Quinteros, Valeria Fidalgo, Juan Antonio Mendez, Alberto Francisco Daghero, David Oubiña, Laura Szapiro, docente universitaria, investigadora, Elena Bossi, Alfredo Luciardo, Camila María Arbuet Osuna, Angelina Uzín Olleros, Adriana Amante, Gabriela A. Karasik Emilio García Wehbi, Oscar Molek Jorge Pinedo Cristina Raschia Elena Béjar de Loskin, Ana Inés López Accotto, Maricarmen Arno, Juan Travnik, Emilio García Wehbi. Javier Margulis, Gabo Correa, Jorge Eduardo Grinblat, Tomás Pablo Arias, Oscar Pintor, Dalia Dulcich, Horacio Carraro, Graciela Vázquez, Patricia Fiori, Deslinda Colman, Miriam Jovenich, Nora González Velo, Laura Berra, Graciela Acri, Silvia Aira, Oscar Mangione, Oscar Laiguera, Alberto Fernández Arsuaga, Santiago Pirolo, Daniel Horacio Obligado, Daniel Podestá, Graciela Sessa, Nora Cappelletti, Gerardo Codina, Gabriel Bombini, Elba Rossi, Silvia Yacub, Néstor Abramovich, Pablo Iadarola, María Eugenia Schownies, María Victoria Molinari, Norma Osnajanski, Jorge Alberto Mercado, Cristina Fraire, Gustavo Rojas, Carlos Benítez, Carlos Antonio Bellino, Graciela Godoy, Carlos Catalano, Rubén Aníbal González, Silvia Anahid Geovanesian, Juan Carlos Fornara, Pablo Gennaro, Jorge Pardes, Silvia Panceira, Guido Levy, Claudio Bravo, Walter Waisman, Luis Picoli, Monica Raiola, María Pia Rillo, Eva Ruderman, Rosana Barone, Mariela Beloso,, Mariana Redeico, Gabriel Yoguel, Ernesto Pesce, Lucía Kerycz, Raúl Artola, Alejandro Fenochio, Alberto Szpunberg, Cecilia Straw, Mónica Griffit, Mirta Bosch, Rocío Barreiro, Carolina Marta,, Nidia López, Claudio Bravo, Florencia Ruiz, Mariela Vidal, Fernando Daniel Ruiz, Ezequiel Galli Goian, Marcos Zimmermann, María Belén Rodríguez, María Guadalupe Rodríguez, Alejandro Inchaurregui, Mariana Rivera, Luis Martínez Corrale, Orieta Pontoriero, Ariel Arana, Marcos Auchterlonie, Zulma Fernández, Cecilia Lutufyan, Solange Delannoy, Miguel Martelotti, Ramón Marino, Norma Micheltorena, Ana María Suppa, Paola Balboa, Indalecio González Bergez, Roberto Andrés Pandolfo, Manuel Onís, Estanislao González Bergez, Victoria Magni, Pablo Radaelli, Juan Manuel Moretti, Daniel Randazzo, Omar Dante Giammarco, Roberto Jacoby, Jordana Timerman, Daniel Obligado, Graciela Godoy, Martin Garais, Marcos Sanchez Clos, Gabriela Beatriz Basualdo, Leonardo Laguna Weinberg, Javier Surasky, Mariela Labozzetta, Juan Carlos Ilardo, Adrian N Martin, Mario A Juliano, Silvana Fica Canziani, Eduardo Narváez, Nicolas Laino, Karina Andrade, Alicia Regina Vannelli, Maria Rita Rodriguez Avila,Dora Cristina Vannelli, Maria Alicia Godoy, Ada Luisa Amoroso, Luis Alberto Rodríguez Fontán, Susana Cella, Daniel Freidemberg, Nancy Maritano, María Ines Fadel, Marcelo Treleani, Gabriel Abait, Azucena Racosta, Guillermo Casals Samrt, Renzo Iaccomella, Rocio Duarte, Fernanda Aranda, Estefanía Jouliá, Constanza Jouliá, ,Diego Candia, Pablo Casals Samrt, Soledad Vannelli, Cecilia Carolina Pereyra,Horacio David, Aníbal Macias, Adrian Garcia Lois, Guillermo Pajoni, Carlos Edmundo Borghini, Nora Arbeille de Borghini, Carola Borghini, Natalia Borghini, Constanza Borghini, Diego Matias Cagide, Ivan Schargrodsky, Laura Linares, Lía del Valle, Carlos Bosch, María Laura Pardo, Adela María Helguera, Daniel Muchiut, Fernando Ras, Carlos Vega, Radek Sánchez Patzy, Inés Muiño, Cristina Corrales, Norma Filgueiras, María Beatriz Gordo, Juan Agustín Gómez, Juan Travnik, Guillermo Greco, Andrea Santapaola, Teresa Clermont, Graciela Biagini, Jorge Dobal, Mariano Vázquez, Javier Cicchitti, Patricia Pena, Andrea Medina, Silvia Catalá, Alicia Ruszkowski, Pablo Reyero, María Graciela Steinbaum, Lorena Julio, Ana María Elía, Gastón Hearne, Juan Carlos Cordones, María Cristina Bonfiglio, Antonia Mercedes Bonfiglio, Luis Cartageno, Iñaki Regueiro De Giacomi, Ricardo Natch, Raúl Moroni, Juan Carlos Teso, Constanza Brunet, Elisa De Souza, Virginia Inés Ruano, Patricia Barbieri, Liliana N. Barbieri, Adriana Lestido, María Graciela Dillet, Marcos Zimmermann, Cristina Feijóo, Gloria Pampillo, Elsa Noya, Silvia Miguens, Graciela Laura Mingo, Estela Elbert, Jorge Luis Racamato, Susana Graciela Chiaramonte, Beatriz Garcia, Ezequiel Pontoriero, Juan Antonio Heurtley, Matías Cerezo, Silvana Perl, Graciela Hernández, Alicia Beatriz Gil, Jorge Gumier Maier, Mabby Villa, Ro Ferraris, Erica Nolting.
NUEVAS FIRMASJuan Gelman, Eduardo Galeano, Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Maricel Alvarez, Ruben Efron, Lorena Pokoik, Carlos Oviedo,  Mara La Madrid, Rodolfo Mederos, Héctor Recalde, Lita Boitano, Elvira Romera.
Gustavo Frojan, Raúl Magario, Laura M. Ramos, Federico Irazabal, Ariel Scala, Susana Beker, Eleonora Roque, María Barroetaveña, Patricia kovacevich, Alejandro Bovino, Patricia Astelarra, Silvia Lizaso, Carina Goñi, Luciana Vallarella, María Cristina Castillo, Daniel Lippi, Patricia Genni, Facundo César Gerardi, Elena Poggio, Reynaldo Simone, Mabel Gagino, Silvia Enríquez, Olga Long, Marcelo Pose, Licia López de Casenave, Claudia Cotule, Mónica D´Uva, Adriana Somoza, Eduardo Urcola, Rafael Calviño, Marcos Adandía, Andrea Vilardebó, Luciana Vallarella, Marianela Sol Regazzoni, Graciela Saurit, Cristina Corrales, Vilma Paura, Cristina Vrabec, Miguel Angel Rodríguez, Ana Galante .